Viene el decreto por Ganancias: el nuevo piso es de $170.000 y el beneficio llegará a comienzos de octubre
Se viene el decreto que subirá el mínimo de Ganancias, para aportar dinero al bolsillo de los trabajadores de clase media. El nuevo piso para dejar de pagar el impuesto será de $170.000 de remuneración bruta.
Entre $170.000 y $197.000 de haber bruto, se aplicará una escala progresiva y decreciente de deducción para que los que más ganan paguen más Impuesto a las Ganancias, según el texto legal.
Esta suba de los mínimos regirá para los salarios devengados a partir del 1 de septiembre pasado, o sea que el beneficio se sentirá en el bolsillo con los sueldos que se cobrarán a fin de mes o los primeros días de octubre.
Respecto de la segunda cuota del aguinaldo de 2021, deberá considerarse el importe de $170.000 y el promedio del segundo semestre calendario de la remuneración y/o haber bruto, indicará el decreto.
Los distintos grupos de beneficiados
La reforma que impulsó en abril el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y que entró en vigor en junio, apuntó a disminuir la carga tributaria de un grupo extenso de trabajadores, dejando a algunos eximidos totalmente del pago del impuesto y a otros con una retención menor.
En este sentido, se pueden identificar dos grandes grupos de empleados beneficiados con estos cambios y un tercer grupo en el que el cálculo del impuesto no ha sufrido modificaciones.
• Grupo 1: aquellos empleados cuya remuneración bruta no superaba $150.000 mensuales, los cuales pasaron a no tributar importe alguno.
A fin de aplicar este beneficio, la ley contempló el incremento de la deducción especial en el mes, de manera tal que la ganancia neta sujeta a impuesto arrojara resultado cero. Asimismo, se previó la exención sobre el aguinaldo.
Para este grupo, el piso sube ahora a $170.000
• Grupo 2: aquellos cuya remuneración bruta fuera superior $150.000 pero menor o igual a $173.000 mensuales, los cuales gozan de una disminución de su carga fiscal.
En este caso, se facultó a la AFIP a fijar una deducción especial incrementada, de forma tal de crear pequeños «escalones» entre aquellos que no tributarán impuesto por integrar el grupo de trabajadores con haberes brutos menores a $150.000 mensuales y aquellos que continúan abonando el tributo de la misma forma que lo venían haciendo por superar $173.000 mensuales.
El mecanismo deberá ser establecido nuevamente por la AFIP, esta vez para salarios entre $170.000 y $197.000
• Grupo 3: aquellos trabajadores que no gozan todavía de este beneficio en el cálculo mensual ya que de ahora en más serán los que perciben una remuneración bruta de $197.000.
«Pasado algunos meses de la aplicación práctica de la Ley N° 27.617, cabe mencionar que se ha producido un cambio de lógica en el cálculo del impuesto».
«Al respecto, para generar los beneficios indicados se ha producido un cambio en la mecánica de determinación del impuesto, ya que a los efectos de su aplicación debe establecerse si el trabajador se encuentra en alguno de los grupos, desvirtuando parcialmente el concepto de anualidad del Impuesto a las Ganancias».
El lado B: conflicto en las empresas
Sin embargo, el lado B de la suba de la deducción especial por segunda vez en el año es que se vuelve a complicar la carga administrativa de las empresas y también que se achata la pirámide de los mandos medios, de tal modo que un jefe en muchos casos cobrará menos de bolsillo que un empleado.
«Más allá de los beneficios para este rango de asalariados, la ley discrimina en contra del resto de los asalariados que están por encima de ese monto mínimo de salario bruto, ya que los mismos no tienen ningún beneficio».
Y Andrés también se indicó que «se insiste en el esquema implementado por la Ley 27.617, cuya técnica legislativa es perfectible, aunque obviamente el único objetivo de aumentar el piso para empleados en relación de dependencia y jubilados se logra. Se agranda la brecha con quienes quedaron fuera de este esquema, es decir los trabajadores autónomos, lo cual incrementa la desigualdad ya existente».
«Por más que esto sea una buena noticia, en perspectiva no lo es, porque así como hoy quieren entrar en el bolsillo para dejar unos pesos, en todos los años en que las escalas permanecieron sin ajuste, desde 2001 a 2013 y de 2019 a 2020, el Gobierno se dedicó a sacar pesos de los bolsillos de las personas en relación de dependencia”
A su vez, se aseguró que la medida «complica administrativamente a las empresas, y sigue siendo un mecanismo injusto, porque el que se pasa por $1 del mínimo, empieza a pagar. Lo ideal sería aumentar todas las deducciones personales. Sería más equitativo, aunque se llegue al mismo monto».