La factura de crédito electrónica se negocia en el home banking: ventajas para el financiamiento de Pymes
La factura de crédito electrónica (FCE) nació con el objetivo de aumentar las alternativas de financiamiento de las Pymes. Y ahora el Gobierno dio un paso más al crear un tercer mercado para operar.
Concretamente, desde el 1 de abril, los bancos podrán negociar facturas de crédito electrónicas (como ya lo hacen la Caja de Valores y las plataformas de descuento no bancarias). Pero, una vez elegido un canal, no se podrá optar por otro más conveniente.
El Banco Central definió que en esta primera etapa, se podrán:
Descontar o transmitir las FCE a otros sujetos autorizados (como entidades financieras o proveedores no financieros de crédito)
O bien remitir desde el sistema de Circulación Abierta para su negociación en el mercado de valores
Estas operaciones se realizarán a través de una pestaña habilitada en los home bankings para las empresas, pequeñas y medianas. Las transmisiones serán gratuitas y las entidades no podrán cobrar comisiones, según estableció el BCRA. En otras etapas se incluirán nuevas funcionalidades, como cesión electrónica y aval, entre otras.
De todos modos, esto impulsará a los grandes bancos a permitirle a las compañías el endoso, la cesión y el descuento de las facturas de crédito electrónica a través de Internet.
«Hasta el momento había dos posibilidades para negociar estos instrumentos: el mercado bursátil, cuyo único pagador es la Caja de Valores, y las plataformas de descuento bancarias»
«ahora ingresa al negocio un tercer jugador: los grandes bancos, que seguramente estarán más interesados de lo que demostraron hasta ahora en colocar créditos a través del descuento de FCE».
Sin embargo, desde las entidades advierten que debería cambiar la normativa de crédito, ya que hoy sólo pueden descontar las facturas de empresas grandes que sean clientes y para las que tengan aprobadas líneas de préstamos.
El potencial del instrumento
En enero, se negociaron alrededor de $800 millones de facturas de crédito electrónica, cuando el mercado total es de $250.000 millones. Por lo tanto, el potencial de este instrumento es enorme, pero depende de que las grandes compañías comiencen a aceptar que sus proveedores las descuenten.
Por ahora, la AFIP prorrogó la posibilidad de que la FCE no llegue a los mercados si una empresa grande la paga antes de los 30 días: les colocan a las Pymes cheques diferidos y traban toda posibilidad de que se descuente, acelerando el financiamiento.
Desde varios bancos de primera línea adelantan a iProUP que ya están implementando los sistemas para lanzar este servicio a partir de abril. Una de esas esas entidades asegura a iProUP que están «muy interesados en sumarse al descuento de facturas de crédito electrónica».
Además, resalta que la norma del BCRA equipara a la factura de crédito electrónica con el echeq, al permitir su descuento directamente a través de los bancos y la cámara compensadora.
En este sentido, otros bancos consultados también remarcan que la FCE competirá directamente con los cheques (físicos y electrónicos), ya que serán un instrumento ejecutivo más.
De todos modos, reiteran que todo dependerá de que las empresas grandes se decidan a dejar correr las facturas de las Pymes. Y agregan que aún queda resolver en la regulación cómo se actuará en los casos de mora por parte de las grandes firmas, una cuestión perfectamente reglada en el caso del echeq.