Contadores y el desafío del a pandemia

A nivel global, la Federación Internacional de Contadores (IFAC) impulsa la creación de una junta de normas, equivalente al IASB (Junta de Normas Internacionales de Contabilidad) que pueda emitir estándares de desempeño de sustentabilidad que se puedan integrar con los informes financieros de las empresas.

A nivel nacional, las instituciones profesionales, en particular nuestro Consejo Profesional, en el marco reglamentario del aislamiento social obligatorio y para cumplir con sus funciones y atribuciones institucionales, han debido dar distintas respuestas a la necesidad de los matriculados.

Los Contadores Públicos deben actuar en este nuevo contexto, con la misma responsabilidad social que han caracterizado, en el tiempo, sus actuaciones profesionales.

Como por ejemplo, para los juramentos profesionales y también, para la legalización de las actuaciones profesionales, se ha implementado la modalidad a distancia.

La intervención del Consejo se efectúa a través del Sistema de Actuaciones WEB, que reemplaza a la autenticación de la firma ológrafa del profesional.

Pudiéndose utilizar, también, la firma digital o electrónica. Estas metodologías estarán vigente, durante el período de aislamiento decretado por el PEN.

Estas cuestiones operativas, sumadas a una amplia oferta de capacitación a través del IPIT-Virtual, se han constituido en oportunas respuestas institucionales, no obstante, la profesión deberá afrontar los nuevos desafíos que han provocado y provocarán en el futuro estas transformaciones.

En el corto plazo, el desafío es el asesoramiento eficiente a las organizaciones económicas, para que se tomen las decisiones adecuadas, para poder supervivir a los efectos de la crisis global generada por la pandemia del covid-19.

Los Contadores Públicos, deberán aplicar todo el herramental adquirido en su formación teórico-técnica, para orientar a las personas que conducen a dichas organizaciones, a los efectos que efectúen diagnósticos adecuados para soluciones con mayor grado de realización.

En estos momentos, los objetivos de la profesión deben ser la supervivencia de las empresas, utilizar la mayor amplitud de medios para soluciones preventivas de crisis patrimoniales.

Acciones que concluyan en la conservación de las empresas, entendida como generadoras de actividad útil para la producción y el empleo, evitando las presentaciones en concursos preventivos que terminen en quiebras.

Algo más del 70% de las empresas han sufrido una caída de las ventas del 60%. Esa caída de la demanda ha provocado un fuerte impacto en la producción y en las obligaciones tributarias, laborales y financieras.

Existe incertidumbre sobre el fin de aislamiento o del distanciamiento y de la recuperación económica. Hasta tanto estos hechos ocurran, el Contador Público deberá servir de apoyo, en especial de las Pymes, interpretando las medidas con efectos económicos (crediticias, laborales y tributarias), como las de la legislación concursal, para que se constituyan en efectivos beneficios para la conservación de las empresas.

En estos momentos, los objetivos de la profesión deben ser la supervivencia de las empresas, utilizar la mayor amplitud de medios para soluciones preventivas de crisis patrimoniales.

Logrado este primer y primordial objetivo, deberá encararse todo un proceso de recuperación empresarial que constituya el crecimiento económico.

Tal vez, una de las enseñanzas que deberá surgir de la crisis causada por el covid-19, será la de mantener un mundo habitable con mejores controles de las epidemias.

Se ha llegado a un punto, donde las actividades humanas están ejerciendo sobre los recursos naturales una presión sin precedentes.

Según una organización internacional, la Global Footprint Networt, que mide las demandas de consumo del mundo (alimentos, agua, madera, infraestructura, servicios, etc.) ha establecido que el 22 de agosto de 2020 ha sido el Día del Exceso de la Tierra.

Esta fecha es un indicador de la presión mencionada, y significa los recursos naturales disponibles en el planeta, utilizados para solventar dicha demanda durante el año 2020.

A este ritmo, la cantidad de recursos del ecosistema requeridos para satisfacer el consumo global, equivale a 1,6 planetas tierras. Es decir, que la actividad humana está usando un 60% más de recursos de lo que los ecosistemas pueden regenerar en un año.

El “Día del Exceso de la Tierra”, nos recuerda que estamos agotando el capital natural del planeta, comprometiendo su capacidad regenerativa y generando una “deuda ecológica”, que se refleja en la pérdida de la biodiversidad, la desertificación del suelo, la deforestación, la escasez de agua y de alimentos y la contaminación.

Esa fecha es una alerta para concientizar a todos los sectores respecto al uso de los recursos naturales, según las capacidades reales del planeta.

La pregunta es, si esto está pasando a nivel global, qué debemos hacer localmente (en nuestro país y en nuestra región) para revertir la tendencia de pérdida del capital natural.

Evidentemente la problemática ambiental es de una complejidad tal, que no se puede dar una única y simple respuesta.

Los profesionales universitarios en general, y los graduados en ciencias económicas en particular, tenemos una responsabilidad social respecto de la sociedad que ha financiado nuestros estudios. La forma de devolver parte de dicho apoyo, es brindando un ejercicio profesional de calidad y pertinente a las problemáticas sociales de nuestro tiempo.